El under es un edificio de cien pisos. En cada uno, podemos ir entrando a departamentos diferentes y visitar a las bandas que viven en ellos. Podés recibir una invitación para ver uno de tus grupos favoritos, por ejemplo, y cruzarte con otros músicos en la entrada, en los palieres, en el ascensor, incluso en las escaleras si no hay luz. Entraste al departamento, saludaste a todos, disfrutaste de lo que fuiste a ver y escuchar, te sentaste a comer… y de repente, un martillo neumático rompe la pared. Y ahí está Marilina y su Connor Questa.
Ir a Quilmes a ver a una banda tiene su tiempo de dedicación. Viajecito desde Capi, mates y pepas con membrillo (un saludo a las de dulce de leche que no nos convidaron). Bernal te da la entrada llena de casas lindas y vecinos paseando un sábado, y unas cuadras de su paseo te dejan en Baranda 941, la entrada del Club Tucumán. Lindo lugar para el que no conoce, distribuido a lo ancho y con el volumen en +1000. Buen juego de luces, escenario amplio, y parlantes voladores de peluca. El público tranquilo, en algunos casos sentado, esperaba disfrutando las canciones que iban y venían.
Algunos temas de Más Que Uno, y de Facecream (incluido un cover de Foo Fighters, No way back), fueron la picada servida. Cerveza fría, salamín, papitas, algún queso. Y rock, claro.
Apareció luego Aladelta, con el plato de entrada en sus manos. La banda liderada por Nicolás Tabarracci comenzó su gira despedida de “Teleficción”. Los rockeros del sur se quedaron sin teclas a fin del año pasado, y ahora se muestran en su nueva faceta de power-tetra (bata, bajo, viola, voz). La fuerza y presencia del nuevo bajista, Pablo Galano, más las bases bien marcadas y prolijas de Nesta Baragli, sumados a las impecables y veloces manos de Leonardo Licitra, hacen que no se sienta la ausencia. Con ellos hay pogo asegurado. Para bajarse los muy recomendados discos (uno nominado a los Premios Gardel), paseen por su web.
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Nico Tabarracci de Aladelta. |
Y el martillo neumático apareció nomás en el living. Marilina Bertoldi, hermana de Lula (cantante de Eruca Sativa), está haciendo que la dejen de llamar “hermana de” (NdR: Prometemos desde Rockola que es la última vez que hacemos mención al respecto). Aparecieron también en escena Hernán Rupolo en guitarra, Santiago Jhones en bajo y Agustín Agostinelli en batería. Connor Questa al escenario.
Público parado, agarrado de la valla, y preparado para el pogo. Arrancaron fuerte, rockeros y parejos, cosa que mantuvieron a lo largo del show. Mucho arreglo, y mucho ritmo poguero. Se sabían todas las letras, de "Ma" a "rilina". La voz de la Bertoldi hace que pensemos en qué carajo desayunaban las hermanas de chiquitas. ¿Cómo puede ser que haya tanto talento en una sola familia? Injusticia. Pero saludamos con abrazos transpirados a los padres de las señoritas que vienen haciendo surcos en la historia del rock argentino.
En algunos años diremos que ellas dos cambiaron la forma de escuchar a las voces femeninas en el país. Jhones en el bajo y Agostinelli en la bata eran el horno para que todo se cocinara a fuego lento, y bien cocido. Párrafo aparte para el señor Rupolo en la guitarra, una estrella de rock en bruto. Atenti con él.
La banda nació en Buenos Aires a fines de 2010 y ya giró por diferentes localidades de las provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. En 2011 editaron de forma independiente su primer disco, titulado “Somos por partes”, grabado y mezclado en MCL Records y masterizado en Puro Mastering, el cual agotó sus copias a pocos meses del lanzamiento. En 2013 editaron su segundo álbum, titulado "Fuego al universo", compuesto por 11 nuevas canciones.
El show tuvo el sabor de sus dos discos, y nos dejó con ganas de mucho más.
Santafesinos, los muchachos con la muchacha van para allá. Agenden entonces: el sábado 22 se presentarán en Rosario, el bar Pugliese en Corrientes 1530 será el contexto en el cual la Connor Questa volverá a romper los ladrillos del edificio.
(NdR: En azulcito, ¡enlaces re copantes!)
Nota: Javier Rodriguez.
Fotos: Micaela Ciccarelli.
Edición: Luciana Brandalise.